Ozzy Osbourne (1948–2025): El fin del príncipe de las tinieblas
Julio 22, 2025
La mañana del 22 de julio de 2025, el mundo del metal despertó con una de las noticias más devastadoras en su historia: Ozzy Osbourne ha muerto. La familia confirmó el deceso a través de un comunicado oficial en el que expresó: “Con una tristeza que las palabras no pueden expresar, debemos informar que nuestro querido Ozzy Osbourne falleció esta mañana. Estaba con su familia y rodeado de amor. Pedimos a todos que respeten la privacidad de nuestra familia en este momento”.
No se ha informado una causa oficial de muerte. Sin embargo, desde hace varios años el legendario cantante había enfrentado múltiples complicaciones de salud, incluyendo una forma avanzada de Parkinson, cirugías de columna, y secuelas de un accidente de cuatrimoto que databa de 2003. A pesar de su deterioro físico, Ozzy permaneció activo en la medida de lo posible hasta sus últimos días.
Nacido para cambiar la historia
John Michael Osbourne nació el 3 de diciembre de 1948 en Birmingham, Inglaterra. Hijo de una familia trabajadora, su infancia fue marcada por la pobreza, el bullying y el diagnóstico temprano de dislexia. Desde joven se refugió en la música, inspirado por los Beatles, pero sin imaginar que él mismo sería pieza fundacional de un género completamente nuevo: el heavy metal.
En 1968, junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, fundó la banda Earth, que pronto cambió su nombre a Black Sabbath. Con su álbum debut homónimo en 1970, y especialmente con el disco Paranoid del mismo año, el grupo definió una nueva forma de hacer música: más oscura, pesada y con temáticas que abordaban el miedo, la guerra, la locura y la muerte.
Black Sabbath: el génesis del metal
La etapa clásica de Black Sabbath con Ozzy al frente comprendió ocho discos fundamentales, entre ellos Master of Reality (1971), Vol. 4 (1972), Sabbath Bloody Sabbath (1973) y Sabotage (1975). Su voz nasal, trémula y fantasmal contrastaba con los riffs de Iommi, dando lugar a una de las estéticas más potentes y siniestras del rock.
A finales de los 70, las tensiones internas y los excesos de drogas provocaron su salida de la banda en 1979. Pese a ello, el mito apenas comenzaba.
La resurrección: una carrera en solitario legendaria
Contra todo pronóstico, Ozzy inició su carrera en solitario con el álbum Blizzard of Ozz (1980), que incluyó clásicos como “Crazy Train”, “Mr. Crowley” y “Suicide Solution”. Esta nueva etapa fue posible gracias al apoyo de Sharon Arden, quien pronto se convirtió en su esposa y mánager, y al talento del virtuoso guitarrista Randy Rhoads.
Durante las décadas siguientes, Ozzy lanzó discos icónicos como Diary of a Madman (1981), Bark at the Moon (1983), The Ultimate Sin (1986), No Rest for the Wicked (1988), No More Tears (1991) y Ozzmosis (1995), vendiendo más de 100 millones de discos en total entre su carrera solista y con Sabbath.
El ícono pop y el ser humano
En los años 2000, Ozzy volvió a ganar relevancia gracias al reality show The Osbournes (2002–2005), emitido por MTV, donde mostró su lado más doméstico y caótico. La serie lo convirtió en una figura transversal que conectó con nuevas generaciones.
Fundó el festival Ozzfest, que entre 1996 y 2008 impulsó a decenas de bandas de metal extremo y moderno en Estados Unidos. También fue condecorado en el Rock & Roll Hall of Fame como miembro de Black Sabbath (2006) y como solista (2024).
No estuvo exento de controversias: desde morder la cabeza de un murciélago en 1982 hasta escándalos por abuso de sustancias, detenciones y peleas públicas. Sin embargo, Ozzy supo enfrentar sus demonios y hablar abiertamente de su lucha contra las adicciones, el dolor crónico y la depresión.
El adiós definitivo
A pesar de anunciar varias veces su retiro, su pasión por los escenarios lo llevó a seguir grabando y planeando giras incluso cuando su movilidad ya era limitada. En 2022 lanzó su último disco de estudio, Patient Number 9, y en julio de 2025 ofreció un show en Birmingham junto a Black Sabbath, cerrando el círculo donde todo comenzó.
El 22 de julio, a los 76 años, su cuerpo se apagó. Pero su legado queda grabado para siempre.
Mama, I’m coming home
Ozzy Osbourne no solo fue una figura central del metal: fue el primero en abrir las puertas del infierno y caminar dentro de él con los brazos abiertos. Fue la voz del miedo, del delirio, del exceso, pero también del renacer, la ternura y la resistencia. Su influencia abarca cinco décadas, miles de bandas, millones de oyentes.
Su vida fue una contradicción andante: un hombre frágil que forjó el sonido más fuerte del mundo; un artista marcado por la oscuridad que supo hacer reír a millones. Con su partida, el metal pierde a su profeta, su loco, su mártir, su héroe improbable.
Descansa en paz, Ozzy. El tren loco sigue su marcha, pero hoy lo hace en silencio.