Lacrimosa en San Luis Potosí: música, controversia y redención en su Lament Tour 2025
Junio 18, 2025
Ein langer Weg
En el metal y en la contracultura, los años son como una forja antigua. Cada uno es un golpe de martillo sobre un yunque ardiente. Fuego y caos al inicio, para después tener forma, filo y propósito. Golpe tras golpe, la experiencia crece y los errores se enmiendan. Un año, un golpe, se dice fácil, pero se desconoce lo que nos ha llevado hasta ese punto.
La continuidad es la clave, y los ciclos se cumplen. 2025 refleja 35 años de Lacrimosa, una de las bandas más emblemáticas dentro del mundo gótico. Anne Nurmi y Tilo Wolff han transmitido su melancolía ininterrumpidamente y han hecho lo que pocos, crear nueva música que convenza. Lament es el último disco de la agrupación, y no sólo es una obra ambiciosa que completa una trilogía junto a Testimonium (2017) y Leidenschaft (2021), sino que sirve de excusa para salir de gira. Y hablando de ambición, se embarcaron en un tour extenso por la república mexicana, abarcando 22 ciudades.
Ein Sturm zieht auf
Cantodea Producciones inició con Lacrimosa, su primer evento en diciembre de 2015 en San Luis Potosí. Convencido de la música, su líder Damián Moore se transformó de fan a promotor. Coincidencia o destino, este año marca su décimo aniversario contando con la banda alemana. Mostrando músculo, se encargaría de llevar a Lacrimosa a León y Zacatecas además de la capital potosina.
El concierto en León fue un éxito, pero las presentaciones del 14 de junio en San Luis Potosí y del 15 en Zacatecas estuvieron envueltas en controversia.
La productora anunció que el evento programado para el sábado 14 en el Centro de las Artes (S.L.P.), se pospondría para el domingo 15, por temas de seguridad derivado de cuestiones climatológicas, en concreto lluvia. Esto se anunció cuarenta y cinco minutos antes del acceso al recinto. Además, moverían el concierto para la Cineteca Alameda ubicada en el centro histórico.
Esto provocó que el concierto en Zacatecas se cancelara definitivamente, ofreciendo como compensación para los fans de aquellas latitudes, transporte redondo para asistir a San Luis Potosí. De igual manera se ofreció la devolución de su entrada para los foráneos, pero no fue así para los potosinos, pues sólo se pospuso.
Incluso dando la cara, la productora no logró apaciguar del todo el descontento. Entre mensajes de empatía en Facebook, resonaban las quejas, molestias e inconformidades sobre estos hechos. Es simple. Al adquirir un boleto se espera un producto prometido, y si hablamos de empatía, hay muchas variables y sacrificios que uno como asistente toma. Desde pedir permiso en el trabajo, hasta costos de transporte y estancia, incluso planes sociales (el domingo fue día del padre). Aunado a que no llovió y a que no a todos -los de San Luis- les sería efectivo su reembolso (por lo menos al momento de redactar este texto), Cantodea recibió un golpe en esta ocasión.
¿Por qué se tomó esta decisión? Todos opinan y los chismes abundan. Hay gente que afirma que no se vendieron boletos. Por el tamaño del recinto original se cae este argumento, la Cineteca Alameda tiene mayor capacidad incluso si reúnen el supuesto bajo boletaje de Zacatecas. Algunos han externado que se trata de un ardid de marketing: no hay publicidad mala, y vaya que se dio de hablar. Otros más sensatos afirman que fue por temas de protección civil. Probablemente no hubiese ocurrido ningún incidente, pero ¿y si lo hubiera?
La decisión fue tomada seriamente y buscaba complacer a la gran mayoría.
Du bist alles was ich will
Una noche templada recorría la ciudad. Lacrimosa y su fanaticada estaba lista para el recital. Por las molestias que se generaron, se prometió un setlist extendido y especial. Así fue, ¿no?
Se respetaron las localidades: preferente a nivel del escenario, general en el primer piso. No importaba, se veía excelente desde cualquier punto. Y se escuchaba mejor. Los eventos que se llevan a cabo en el recinto pecan de tener pobre acústica, o por lo menos eso es lo que se dice. No fue el caso. De aplaudir por la premura del cambio e instalación, gran trabajo de audio.
Puntuales, la banda saltó a escena y desde el primer acorde todo fue un sueño. Ver a Tilo y a Anne con una energía infinita es sorprendente, tanto por lo complicado que es estar de gira, así como por la edad que tienen. Lejos de ver un acto decadente, cada movimiento y cada nota que tocaban, lo hacían como siempre, con elegante parsimonia. El tiempo no pasa por su espíritu.
Lacrimosa tiene un público incondicional, siempre apoyando. Habrá quienes no sepan hablar alemán, pero la pronunciación que tienen al sonar sus piezas favoritas en vivo, ist perfekt.
Nurmi en los teclados y Wolff ocasionalmente tocando una trompeta, estaban acompañados de Jan-Peter Genkel en guitarra, Jens Arnsted en el bajo, y Julien Schmidt en batería. Cinco músicos con la fuerza de una orquesta. Interpretaron canciones de su largo repertorio, siendo el predilecto su último esfuerzo Lament. Melodías clásicas y de cajón, y los que se convertirán en nuevos himnos, guardaban sinergía a pesar de los distintos tiempos en que se crearon. No había eslabón débil en su setlist.
“Der Morgen danach”, “Alleine zu zweit”, “Lichtgestalt” y “Schakal” pusieron a desbordar las pasiones entre el público. Momentos álgidos se vivieron cuando sonó “Durch Nacht und Flut” por su última parte cantada en español. Un primer encore tuvo una canción nueva llamada “Metamorphobia”, y “Punk & Pomerol”, para volver a salir y finalizar la noche con “Ich bin der brennende Komet”. Una auténtica joya.
El concierto tuvo de todo. Algarabía, lágrimas, gritos, coros. Peluche del Doctor Simi incluido.
Pero, ¿sí fue un setlist extendido y especial? Se atreve a decir que no del todo. En fechas anteriores, sin contar su intro, tocaron entre 18 y 19 temas por noche (20 para los dos conciertos de la Ciudad de México). En San Luis Potosí tocaron 21 canciones. Especial sí que lo fue. Se recalca el poco tiempo de logística de la promotora y la capacidad de improvisación de la agrupación y staff, y aún así estuvieron a la altura. Aprovecharon el espacio de maravilla, como cuando Tilo subió a un palco de la Cineteca —o mejor aún— bajó a saludar a los fans de primera fila. Cumplieron el sueño y expectativas de todos los que asistieron.
In einem anderen Leben
Se cumple un ciclo en la vida de Cantodea Producciones. En 2015 iniciaron su travesía con Lacrimosa, y una década después Tilo y Anne regresan a tierras potosinas, en medio de controversia. Sin duda un trago amargo que la promotora deberá sortear. Siendo estrictos, los diez años de Cantodea se cumplen hasta diciembre, por lo que se espera un cierre positivo que dé pauta a una nueva etapa con más éxitos. Saldrán avantes.
En cuanto a Lacrimosa, el paso del tiempo permanece inocuo ante el talento musical incólume del grupo. Su último opus refleja una evolución discreta pero significativa al momento de componer, sobre todo en un género como el gótico/sinfónico que ellos mismos forjaron. Tras quince trabajos de estudio, y acercándose a los sesenta años de edad, se muestran como una banda más que consolidada con una base fuerte de seguidores. Estando en posibilidades de vivir de la nostalgia y de glorias pasadas, apuestan por la creatividad. La musa aún no se desvanece, la motivación sigue presente y activa.
Puedes ver la galería de fotos completa aquí.
Agradecimientos especiales a Cantodea Producciones por las facilidades otorgadas.
Fotos por HugoEmeCe